lunes, 26 de marzo de 2012

La morada:La otra cara de Chachapoyas

Es bello, extraordinario, lejano y distinto. Hasta hace poco, solo se conocía por su nombre en el mapa y por un conflicto de intereses creados en San Martín. Llegar a este lugar, es más que una odisea, pero al mismo tiempo grato y emocionante, sobre todo escuchar en las voces de los niños nuestro himno regional y local y ver con ojos cristalinos por las lágrimas nuestra bandera elevada a donde dan las manos de nuestros niños y recibirnos como descubridores de ese “lado oscuro” de Chachapoyas. Oscuro por el olvido, abandono, pero claro como sus ideas y sus sueños de cada poblador de LA MORADA.
 

UNA HISTORIA MAS QUE PECULIAR
        En la década de 1950, la familia Añasco, convertidos en miembros de la Iglesia Adventista, decidieron colonizar las zonas bajas y desconocidas de Leymebamba y Chuquibamba.  Don Benigno Añasco decidió explorar las tierras bajas orientales superior para encontrar un paraíso en la tierra, a pesar de los rumores de serpientes gigantes que se alimentaban ganado y caníbales en la selva, que como se sabe en el Siglo XVIII era poblado por el grupo étnico Jibito. Durante los próximos 30 años se convirtió Don Benigno en el más obsesionado por la idea de entrar en la "tierra adentro" el interior de tierras, para colonizar nuevos lugares y cortar un sendero a través de Saposoa en el río Huallaga hacia el este y comunicarse con San Martín. Durante esta odisea, la familia se estableció en varios lugares donde vivieron durante muchos años. Todos los nombres del lugar ahora visto en el mapa oficial han sido designados por Don Benigno como Israel, El reposo del Pastor, Añazco Pueblo entre otros.
Durante muchos años la familia de Don Benigno vivía aislado con algunas cabezas de ganado y sobrevivido a la cosecha obtenida de sus campos.  Ellos descubrieron que las especies de plantas y frutos se pueden comer del bosque, observando lo que comían los monos. Don Benigno falleció en 1998 durante el viaje, a Saposoa.  En sus últimos años había problemas con la gente de fuera, que se dedicaban a los cultivos de coca ilegales, la producción de drogas y el comercio ilegal. Sin embargo, en 1970 el resto de la familia se asentó en un lugar, que llamaron La Morada después de la presencia de muchas flores de color violeta "morada", es decir, Tibouchina sp. of the family Melastomataceae. de la familia Melastomataceae.
        Familiares y amigos de las comunidades vecinas de Chuquibamba, Uchucmarca, Bolívar, Celendín y fueron invitados a venir a obtener la tierra.  Hoy, 55 familias cada una con un promedio de 7-8 niños que viven dentro y alrededor de la aldea, habitan en ella. Todos recibieron tierras asignados por la familia Añasco, y la posesión fue registrada en un protocolo. (Fuente: Inge Schjellerup: “La Morada. A Case Study on the Impact of Human Pressure on the Environment in the Ceja de Selva, Northeastern Peru Un Caso de Estudio sobre el impacto de la presión humana sobre el medio ambiente en la Ceja de Selva, el noreste de Perú)
UNA VISITA HISTORICA
         Por los medios de comunicación de Chachapoyas, se divulgaron noticias sobre reclamos y protestas hechas por las autoridades de la provincia de Huallaga, ante la publicación de la Ordenanza Municipal Nº 038-MPCH del 14 de febrero, creando el Centro Poblado “LA MORADA”, como parte del distrito de Chuquibamba en la Provincia de Chachapoyas, pese a que en 1999, luego del viaje de un Comisión de San Martín, crean el Centro Poblado, como parte de esta región amazónica.
Ante estos reclamos, el Gobierno Regional decide asumir su rol de Gobierno y destina a sus gerentes conformar una comisión para realizar un viaje. Esta comisión viaja a la zona el 16 de Junio, encabezado por tres consejeros regional, el Gerente de Desarrollo Social, asesores y personal médico.
        El centro de operaciones fue Leymebamba para trasladarse primeramente a Atuén, posteriormente a Trapiche y La Morada. Un viaje que duró siete días entre ir y regresar y al mismo tiempo conocer la provincia real y no física como estamos acostumbrados a mirar en los mapas. Mapas que generan conflictos, porque esta vasta zona que supera las 600 hectáreas no tienen una limitación oficial y que solo el abandono gubernamental por las autoridades del pasado han hecho que San Martín aspire abarcar mayor territorio, pese a que los habitantes de la zona, sueñan, duermen y se ilusionan ser íntegramente amazonenses.
VARIAS RUTAS UN MISMO DESTINO: EL PARAISO
        La delegación partió a las 7 de la mañana del 16 de Junio, llegando a Atuén a las tres de la tarde del mismo día. En la ruta, se llega alcanzar el cielo. Las nubes se tocan con las manos, los corazones de hinchan de emoción, pese al aterrador frío de los 4,200 metros de altura. El Paso breve, es toda una leyenda que se supera por temor y ganas al mismo tiempo.
            En todo el trayecto, se aprecian una serie de paisajes increíbles, difíciles de creer que existen, así como inmensos farallones plagados de restos arqueológicos, ventanas pre incas y viviendas rusticas incrustadas en montañas de cerros. Así como bellos espejos de agua, como la Laguna “La Sierpe” o la laguna negra y verde llamada “La Baya”. Caídas de agua tipo chorreras naturales que con el sonido de las aves hacen una sinfonía musical a nuestros oídos, que antes de este viaje estaba aburrido de escuchar los ruidos de la ciudad.
La Morada que se ubica a 2,100 m.s.n.m, sin duda alguna es un lugar inmensamente placentero para vivir, pese a su precariedad y lejanía. Lo que llamó la atención de todos los de la comisión, fue ver el marcado civismo de las estudiantes que a la entrada del pueblo les recibieron cantando el Himno a Chachapoyas y a nuestra región; y pensar que en otros lugares hasta vergüenza tenemos de cantarlos. Son niñas, niños y adolescentes que aspiran tener un mejor futuro, pese que sus raíces y parentela casi son de un mismo tronco. Quieren una mano, no sólo política, sino concreta para alcanzar estándares de vida digna de una persona humana.
Escribir esta crónica imaginariamente tiene un costo de recreación que podría no culminar. Un importante apoyo para estas localidades, es la determinación de las autoridades regionales de hacer de una vez por todas una vía de comunicación que les permita acercarse al mundo.
            En ese sentido el Gobierno Regional, mediante Resolución Presidencial Nº 113 a dispuesto la contratación para elaborar el Expediente Técnico para la construcción de la carretera desde Chuquibamba a La Morada para cubrir una distancia de 150 kilómetros aproximadamente, a un costo que supera los 13 millones de soles. Así mismo para el 2009 se aprobó en los presupuestos participativos la construcción y mejoramiento de los locales para el funcionamiento de las Instituciones Educativas de la zona.
MAS ALLA DEL CONFLICTO
            Por estas acciones y reacciones de San Martín, el Consejo Regional de Amazonas, evalúa la posibilidad de dejar sin efecto el llamado Proyecto Piloto “Amazonas-San Martín”, para lo cual vienen recibiendo todo tipo de informaciones y tomar una decisión histórica: que nos reconozcan un territorio eminentemente amazonense.







1 comentario:

  1. seria tan importante que se mejore con su y trocha carrozable para este pueblo que nos formo y nos enseño a trabajar

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