Viajar por nuestra región, surcar
sus ríos, quemarse la piel por el sol, recibir un baño de lluvia en medio del
Marañón, estrechar las manos de los apus, recibir una sonrisa de cientos de
jóvenes huampis o un regalo de los ancianos de las comunidades, es un
privilegio de pocos. Y pocos tenemos la oportunidad de viajar al norte de
Amazonas donde se ubica la provincia de Condorcanqui y sus tres provincias como
Nieva, El Cenepa y Río Santiago. En este último, llegamos para conocer Galilea,
Boca Chinganaza y Villa Gonzalo. Es un viaje largo pero marcado por la
maravilla de la naturaleza, la libertad y el orgullo de recorrer un lugar
bendecido por Dios; pero que falta un poco más que la mano del hombre para
convertirlo en una zona de muchas potencialidades turísticas que permitirá
cambiar su futuro.
UN VIAJE
LARGO MARCADO POR LAS EMOCIONES
Dependiendo
de donde sea la partida, es paso obligado El Milagro, Muyo, Chiriaco, Mesones
Muro, Wawico, Puente Nieva, Nuevo Seasme, Juan Velasco y Santa María de Nieva.
Nosotros partimos de la capital de Amazonas y arribamos en una primera parada a
la capital de Condorcanqui luego de doce horas de viaje por una ruta mezclada
entre asfalto hasta Durand y de allí por una carretera que lamentablemente está
en malas condiciones. Un descanso en cualquiera de los hoteles, se toma un
deslizador y tres horas más llegamos a Galilea, la capital del distrito de Río
Santiago y media hora surcando el río del mismo nombre, cientos de manos que se
unen para aplaudir nuestra visita, decenas de rostros emocionados y una centena
de jóvenes pintados los rostros con achiote y witu nos reciben para enseñarnos
su pueblo.
Boca
Chinganaza, es una comunidad originaria como todos los que se erigen en la
zona, sus viviendas son tradicionales hechas con materiales de la zona: Madera
y hojas de palma. El calor es sofocante, no por las puras estamos a menos de
600 metros sobre el nivel del mar. En esta zona desde hace cinco años viene
funcionando la única institución educativa cultural bilingüe “ARUTAM”,
construida por los padres de familia de una forma muy singular y la han
convertido en un prototipo de la educación en esta parte de la región. En ella
se educan 109 jóvenes provenientes de diferentes comunidades nativas y conviven
en un internado los varones y las mujeres en casas de familias. Los docentes
pese a sus limitaciones para atender los requerimientos de los alumnos son
awajum o huampis y con ello aseguran el fortalecimiento de la identidad lo Resalta
la propuesta educativa “ARUTAM” que además de ser bilingüe tiene
incidencia en la parte productiva, ya que los alumnos son empleados en el
desarrollo agrícola y piscícola, teniendo en cuenta que entre las cinco
hectáreas de propiedad de la institución educativa se cuenta con parcelas de
cacao, maíz, yuca, plátano y una poza donde se siembra peces como boquichico,
gamitana o paco, que sirve para el mejoramiento de la nutrición escolar. Esta
forma de educación integral y especializada, es un modelo para las instancias
gubernamentales que desean superar las debilidades educativas de la región.
En esta zona
del Río Santiago, se mantiene mucho las tradiciones de las comunidades nativas,
como no sucede en otros lugares de la provincia. Se impulsa la artesanía local,
como son unos platos ornamentales, llamados pating o pitinga, hechos en base a
greda y quemado con hojas de platano para que tenga el color negro, las lanzas
que son una arma tradicional de la cultura awajum-huampis, las canastas, las
coronas hechos con plumas de aves exóticas, así como como la preservación
del TOÉ, una mítica planta que es usado para diversas cosas, hasta se dice que
podría curar el cáncer. Esta planta, tiene diversos nombres, se conoce también
como dormidera, floripondio o campanilla. Tiene muchos colores y tamaños, cada
uno de ellos tienen utilidad curativa. El TOÉ, sirve para mirar el futuro,
predecir los sueños y las desgracias de los pueblos.
Son muchas
las comunidades que existen en el Río Santiago, como Villa Gonzalo, lugar donde
peregrinara por muchos años el Padre Manolo, hoy enterrado al interior de la
iglesia del lugar y donde el gobierno central ha construido un laboratorio para
la crianza de peces amazónicos y que servirá para atender la demanda de once
comunidades nativas y con ello mejorar la calidad de vida de la población. O
como San Rafael, donde experiencias como de UNICEF hacen que los partos
institucionales se hayan incrementado por contar con casas de espera, o donde los
niños y niñas aprenden en su idioma la lectura de textos diseñados en su idioma
originario. O tal vez, La Poza anexo de Galilea, donde los mestizos la
han convertido en una pujante zona y donde se puede disfrutar de la belleza de
los paisajes desde una terraza de un hotel que tiene todas las c
El río
Santiago, es navegable desde su nacimiento en Ecuador hasta su unión con el
caudaloso Marañón, frente a Ciro Alegría. Es ancho, transparente y tranquilo;
pero extremadamente sucio y tóxico por la contaminación con relaves mineros. En
toda la cuenca existen lavaderos de oro artesanales, cuyos compuestos químicos
son arrojados a las aguas. Si no fuera por el aire que resopla y golpea en nuestro
cuerpo, el sol furioso de calor quemaría nuestra piel. Viajar en deslizador o
en bote o peque-peque, son extremadamente placenteras para el espíritu y la
renovación de las emociones. Cómplice de nuestra soledad, son los vuelos
silenciosos de los pájaros, el motor que ruge surcando el rio y cientos de ojos
escondidos que nos miran pasar por sus comunidades y no tiene nada que envidiar
las existentes en otras ciudades.
Hoy por la
distancia, es poco probable el flujo turístico en la zona; pero es una buena
ocasión para planificar su desarrollo a futuro. Un futuro no tan lejano
tampoco. Esta zona es un paraíso terrenal, donde la vista no se cansa de
admirar la belleza exótica del lugar, pero se siente en el ambiente que falta
mucho por hacer. Y hacer implica, darles mayor atención a sus demandas,
desarrollar proyectos que mejoren sus condiciones de vida, impulsar proyectos
de saneamiento y fortalecimiento de capacidades personales y técnicas para
insertarlos con la modernidad.
Como dije al
principio, tengo la suerte de ser un privilegiado por conocer cada vez más la
zona de Condorcanqui, la provincia más peruana de los peruanos; y mejor todavía
luego de llegar a casa, descansar y escribir para que todos ustedes sepan que
en una parte de Amazonas, existe el paraíso y la oportunidad donde todos
podemos apoyar para decir orgullosamente que estamos haciendo patria.
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