El 2021 es un año clave para todos,
pero enero de ese año, Chachapoyas se adelanta a las celebraciones del
Bicentenario, por lo que no será un año cualquiera y tenemos que prepararnos
para que sea singular, brillante y fuera de lo común. De todos mis escritos
sobre Amazonas, he ratificado y ensalzado sus virtudes, potencialidades y hasta
he presumido de mi orgullo por haber nacido en esta ubérrima región.
Nuestra región no es solo
territorio, dentro de ella y mucho más de los 200 años de independencia, la
tierra parió al mundo a miles de personas que le dieron brillo y luz a
diferentes ramas de las ciencias exactas, sociales y humanas, al extremo que
muchos biógrafos “extrañan como de una tierra lejana y desconocida hayan nacido
gente muy inteligente”, tal como lo graficaron la existencia de Toribio
Rodríguez de Mendoza.
Antes de la conquista, sin duda
alguna destacan los forjadores de nuestros legados arqueológicos como fueron
los Chachapoya, Chillaos, nuestros bravos awajum y wampis, en la colonia, el
que emerge sólidamente es Blas Valera Pérez del cual casi nada se ha conoce y
se ha convertido cada vez más en una leyenda, como brazos libertarios e
ideólogos de la independencia a Matiaza Rimachi, José Portocarrero, los Rodríguez
de Mendoza, Antonio de Andueza, en nuestra República a Braulio de Camporredondo,
Pablo M. Pizarro Farje, entre otros.
Y me vienen a la memoria,
Fabriciano Hernández, poeta sin igual, Miguel A. Rojas Mesía, científico y
exitoso ministro de estado, José del Carmen Marín Arista, creador del CAEM,
militar brillante, Francisco Herrera del cual se habla que de desdoblaba y
tocaba en varios lugares al mismo tiempo, Pedro Ruiz que creo la Sociedad
Patriótica de Amazonas, Miguel Monteza Tafur, Alfonso Baella Tuesta, Arturo
Zubiate Zabarburú, Humberto Santillán Arista, Rosenda Ruiz Rubio, Ángel
Alvarado, Félix Castro, Abraham Cachay, Isidro
Gonzales Tomanguilla, creador del ECRA, Emilio Guimoye, Pedro Ruiz Gallo
(dos foráneos que hicieron mucho por Amazonas) y una galería más de valiosas
personas.
Todos ellos en su momento forjaron
a Amazonas y luego al Perú, dieron su tiempo, su inteligencia, amor por ver y dejar
una patria distinta y superior a lo recibido. Cada uno de ellos en su momento,
delinearon el futuro del país sea en la ciencia, en el campo militar, la
economía, la política, la educación o el periodismo y quizá haya mucho más
cuyos resultados la historia tiene que ponerlos en su lugar.
En este Bicentenario se tiene que
generar esta valoración mediante actos, además de protocolares que sirva de
recuerdo y perennidad, que podrían ser: Avenidas, calles, nuevas
urbanizaciones, localidades, plazuelas, alamedas, parques y un largo etcétera.
Hacerlo eso, es reconocer a cada uno en su tiempo y por el tiempo.
No seamos mezquinos, con aquellos
que legaron su fama para no ser mezquinos con ustedes que fungen de autoridades
y tampoco proyectemos mezquindad al futuro.
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