Chachapoyas y como todas las
ciudades que tienen bajo sus cimientos la huella del pasado español, tiene en
su proceso histórico muchas páginas que todavía la historia se niega a revelar,
ya sea esta por indiferencia de sus hijos o por descuido político de las
autoridades para recuperar la gloria del pasado y su proyección de un futuro
más que auspicioso para la “Leal y Fidelísima ciudad de San Juan de la Frontera
de los Chachapoyas”. Una página leída a medias, es lo ocurrido en las pampas de
Higos Urco el 6 de Junio de 1,821.
LOS MERCEDARIOS EN EL PERU
Los Padres Mercedarios llegaron
al Perú junto con los primeros conquistadores, y con ellos la devoción a la
Virgen de las Mercedes, que rápidamente se extendería por el vasto Virreinato.
De ello nos da cuenta el historiador jesuita, P. Rubén Vargas Ugarte: “Fruto
del celo de los mercedarios fue la difusión del culto a la Virgen titular,
algunas de cuyas imágenes, como las de Lima, Quito, Pasto, Piura, Chachapoyas,
Portobelo, Ica, Tucumán y Caracas, vinieron a ser muy populares y veneradas”,
languideciendo su culto con el paso de los años por razones políticas.
En Chachapoyas, la presencia de esta congregación religiosa, conjuntamente con los franciscanos y agustinos se da entre 1,545 y 1582, zonificando su presencia en la ciudad y otras partes de la nueva zona colonizada por España.
En Chachapoyas, la presencia de esta congregación religiosa, conjuntamente con los franciscanos y agustinos se da entre 1,545 y 1582, zonificando su presencia en la ciudad y otras partes de la nueva zona colonizada por España.
En Lima, la
imagen de Nuestra “Señora de Las Mercedes”, es la primera deidad religiosa que
es coronada canónicamente en el Perú por sus servicios prestados a la
protección de la Ciudad de los Reyes y en el año de 1,823 es declarada como
Patrona de las Fuerzas Armadas del Perú, por el soberano Congreso de la
República y, esto se debe por tres hechos puntuales: Las campañas por la
emancipación en Arequipa, Cuzco y Chachapoyas.
LA MERCED Y LA BATALLA DE HIGOS URCO
Después de casi cien años de olvido, estudiantes del Colegio "San Juan de la Libertad" acuerdan realizar un programa especial por este acontecimiento antes que la memoria olvide para siempre este suceso épico en el nor oriente del Perú. Eso queda plasmado en las hojas del Bisemanario "El Amazonas", del 9 de Junio de 1,919, que en una edición extraordinaria, publica toda la programación de la primera celebración en homenaje a la gesta emancipadora del nororiente peruano de la Batalla de Higos – Urco. En sus paginas describe la presencia de la Virgen de las Mercedes en este acto patriótico: “Al tener noticia del acercamiento de las tropas invasoras, todo Chachapoyas, quedando solo los inválidos, salio al encuentro armados como podían y llevándose consigo los dos cañones que existieron en esa época, denominados “Chocolate” y “Culebrón”, cañones que como se verá prestaron importantísimos servicios en la acción, acamparon en el lugar denominado “Higos Urco” como punto estratégico. Los compatriotas falto de conocimientos militares, confiaron la dirección de la batalla en nuestra “Señora de las Mercedes”, cuya imagen llevaron consigo en hombros de sus devotos”.
A consecuencia del terremoto de 1,969, la ciudad pierde muchas joyas de su pasado y con ella sus tradiciones. De la recordada iglesia La Merced que se ubicaba en las intersecciones de los jirones La Merced y Amazonas, solo quedan sus cimientos de piedra y la imagen venerada por siglos en el Perú, rodeada de su soledad, como aquellos soldados anónimos que en su momento ofrendaron su vida por la patria.
UNA DEVOCION DEBILITADA
En el siglo XIX, como bien lo señala Mons. Severo Aparicio Quispe,“la piedad decayó bastante” en medio de la zozobra política y social del país. Y añade: “Al mismo tiempo, la desorganización de la Iglesia a raíz de la independencia y la falta de comunicación con la Santa Sede, agravada por la intromisión del gobierno civil en los asuntos de la Iglesia (Decreto Supremo del 28 de setiembre de 1826 que dicta el Reglamento de Regulares), fueron factores determinantes en el decaimiento interno de la Iglesia y en el enfriamiento de la devoción del pueblo creyente”.
A pesar de todo, durante el Pontificado de San Pío X, a inicios del siglo XX, se opera un nuevo ardor del antiguo fervor. Así, por decreto del Papa Benedicto XV, firmado por el ilustre y recordado Cardenal Rafael Merry del Val, el 24 de setiembre de 1921, el Arzobispo de Lima, Mons. Emilio Lisson y Chávez ( que fue Obispo en Chachapoyas), realiza en el atrio de la Catedral la emotiva ceremonia de coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Merced.
Este mismo espíritu se expande a otras ciudades. Así, como parte del VI Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Piura en 1960, es coronada canónicamente la antigua e histórica imagen de la Merced del puerto de Paita. Y al año siguiente el Nuncio Apostólico, Mons. Romolo Carboni, corona en el atrio de la Catedral del Cuzco, ante una impresionante multitud, la tradicional imagen de la Virgen de la Merced venerada en la Ciudad Imperial. Y en Chachapoyas, todavía no se sabe.
El 24 de setiembre las Fuerzas Armadas celebran anualmente a su santa patrona, el día 24 de setiembre, en que se conmemora la descensión de María Santísima a revelar y fundar la Orden mercedaria. Esa fecha, también debería motivar en nuestras autoridades políticas y religiosas locales para develar nuestra miopía histórica y rescatar del olvido a la Virgen de la Merced, otrora heroína de la Batalla de Higos-Urco.
El año 2012, el Patronato de Chachapoyas, remite un documento a la Municipalidad Provincial de Chachapoyas, quienes haciendo suyo la propuesta el 6 de junio de ese año, el alcalde provincial, DR. Peter Lerche, impone la medalla de la ciudad y lo declara como "PROTECTORA DE LA CIUDAD".
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